Publicado en elpais.com por Hugo Gutierrez el
Las calles comerciales siguen vestidas de verano. Entramos en noviembre pero todavía no han desaparecido por completo las temperaturas estivales. Algo que tiene un impacto directo sobre las ventas de las colecciones de otoño-invierno, que se acumulan en los almacenes, especialmente del pequeño comercio y las cadenas medianas. Esto se palpa en las cuentas de las tiendas y en la calle, donde se mezclan personas con el abrigo bajo el brazo, en mangas de camisa e incluso con bermudas. Las patronales fijan entre el 10% y el 20% la caída de ventas y reclaman un cambio de estrategia.