Publicada en elconomista.es el día 02/03/2018
La transformación digital no es una opción para las empresas, es el pasaporte para asegurar su supervivencia. La implantación de las nuevas tecnologías está ayudando a los clientes a ser cada vez más infieles por lo que ahora el reto de las compañías va más allá de vender sus productos: ahora deben enamorar a los consumidores.